A finales de febrero, entre los días 21 y 26, se celebró la tercera edición de la Bienal Ciudad y Ciencia, organizada por la FECYT, el Ayuntamiento de Barcelona y el Círculo de Bellas Artes, con la colaboración de la Fundación Banco Sabadell. Esta edición nos ha invitado a reflexionar sobre cómo abordar desde la ciencia, el arte y la innovación, los retos que nuestra sociedad afronta en el mundo contemporáneo. Ha sido la primera edición en formato presencial después de la COVID19, contexto que ha inspirado su temática: la vida. En concreto, las relaciones de nuestra especie con el entorno natural, humano y digital, haciendo una visión activa y propositiva de esa ciencia que promueve la convivencia y que nos acerca y empuja a la participación, mientras abre la puerta a una mayor implicación ciudadana.
Por primera vez, la Bienal se ha celebrado de forma simultánea en Barcelona y Madrid, tejiendo vínculos de colaboración entre ambas capitales científicas y culturales. En Madrid, se vivió una gran acogida de público, con una participación de 3.500 personas. Valerio Rocco, director del Círculo de Bellas Artes, espacio que ha acogido la Bienal en Madrid, nos explica el porqué de la decisión de compartir esta edición del evento entre ambas ciudades “Si trabajan juntas, Madrid y Barcelona son una potencia imbatible en el ámbito científico y cultural, y esta Bienal pretendía construir un puente entre las dos ciudades”.
El compromiso del Círculo de Bellas Artes con la cultura, la ciencia y la innovación, ejes de la Bienal, se materializa en iniciativas como el “Foro I+D+C” o los “Diálogos para una innovación crítica”, ambos proyectos en los que colaboramos desde la Fundación Banco Sabadell. Rocco comparte que “desde el Ayuntamiento de Barcelona y la FECYT se pensó que nuestra institución era un socio natural para llevar la Bienal también a Madrid. Hacerlo además en una institución cultural y durante la semana de ARCO ha sido una señal para potenciar las relaciones entre arte, ciencia y tecnología”.
En Barcelona, la Bienal ha tenido lugar en veintidós espacios distintos, entre ellos, el Edificio Teatro del CCCB, la Residencia de Investigadores CSIC o la Capilla del MACBA, donde se han celebrado iniciativas tales como debates, exposiciones o performances. Algunas de ellas han sido “la Noche de ciencia”, donde investigadores del CSIC han acercado sus proyectos a la ciudadanía, y los paseos científicos por el Raval, donde los participantes han podido conocer más sobre la fuerte vinculación de este barrio con la ciencia.
Rocco valora muy positivamente esta tercera edición de la Bienal, en particular, las interacciones que han surgido en las distintas propuestas de su programación: “fue emocionante ver a científicos de renombre asistiendo a los experimentos de los niños. Los pequeños científicos no sabían que delante de ellos tenían a investigadores mundialmente conocidos. En ese momento, el pasado y el futuro de la ciencia se miraban a uno y a otro lado de una mesa de laboratorio, improvisada bajo la majestuosa cúpula de nuestro Salón de Baile”.