Hemos hablado con los tres finalistas de la 65 edición del Concurso Internacional Maria Canals en el que participaron 88 pianistas de 33 nacionalidades. El pianista letón de 24 años, Daumats Liepins fue el ganador de esta edición, seguido por el ruso Aleksandr Kliuchko, de 18 años y en tercer lugar, el pianista de Hong Kong KaJeng Wong, de 28 años…
¿Qué supone llegar a la final del Concurso Internacional de Música Maria Canals?
Daumants Liepins: Es un gran honor, especialmente este año que el nivel es tan alto, es una gran oportunidad para tocar para el público.
Aleksandr Kliuchko: Me siento muy afortunado y estoy muy agradecido al jurado. Estar en la final produce realmente mucha felicidad para cualquier pianista que tenga esta oportunidad.
KaJeng Wong: El Concurso Maria Canals significa mucho para mí porque mi pianista preferida es Alicia de Larrocha y durante muchos años la he escuchado en grabaciones cada día. Además, tengo la oportunidad de tocar en el Palau de la Música Catalana el Concierto de Chopin.
¿Cómo valoráis que entidades como el Maria Canals y la Fundación Banco Sabadell apuesten por dar la oportunidad a que los más jóvenes puedan mostrar su talento en lugares tan emblemáticos como el Palau de la Música?
Daumants Liepins: Estoy muy contento de que instituciones como éstas nos apoyen. He visto muchos carteles de la Fundación Banco Sabadell en la calle y creo que es muy importante, y lo hace prestigioso el hecho de apoyar la música clásica.
Aleksandr Kliuchko: Pienso que es genial. Para un joven músico es muy importante que las instituciones les den oportunidades como ésta, en un espacio, además, tan emblemático como el Palau de la Música. Se nota que hay pasión por la música.
KaJeng Wong: Es más que un concurso, es un festival para la gente de Barcelona. Y la implicación de instituciones como Fundación Banco Sabadell es obviamente una gran labor para que el arte no es sólo por los artistas, sino un regalo del artista al público, y éste da mucho calor a la gente y en una ciudad como Barcelona es muy importante que una fundación como el Sabadell les apoye porque, en realidad, no afecta sólo a Barcelona sino a gente de todo el mundo como Rusia, Hong Kong, Canadá… en una celebración que está siendo de alto nivel.
¿Cuál es vuestro sueño profesional?
Daumants Liepins: Mi sueño es tocar para la gente en conciertos, la mayoría de pianistas que vienen a concursos lo que quieren es tener más oportunidades para tocar y hacerse profesionales.
Aleksandr Kliuchko: Creo que soy joven todavía pero sé que quiero ser pianista profesional, tocar por todo el mundo, en diferentes países, y, en el futuro, me gustaría dedicarme a la dirección. De hecho, he leído algunos libros teóricos sobre el tema pero aún no he tenido tiempo de estudiar. Lo haré cuando acabe los estudios de piano.
KaJeng Wong: La mejor respuesta es tocar el piano. Vivir de esto pero también de otras actividades como la producción y dirección artística de festivales o inclusiones en la televisión hablando de música. He venido aquí a dar significado a mi vida compartiendo el arte de España con el de mi país. Al final los artistas quieren enriquecer la vida de los demás.
¿Qué sentís cuando estáis delante del piano?
Daumants Liepins: Puedo decir que depende mucho de las circunstancias. En un concurso se tienen sensaciones muy diferentes a las de un concierto, todo el mundo te está juzgando, y tienes que recuperar esa sensación de concierto para salir adelante. Realmente las actuaciones en concursos son las más complicadas, mucho más que en una grabación o un recital para que se te evalúe todo, pero cuando ves a la gente en la grada piensas que lo puedes hacer.
Aleksandr Kliuchko: Pienso en la música e intento dar lo mejor de mí y mostrar a todo el mundo qué es lo que siento dentro de mí musicalmente. Además, me gusta descubrir repertorio nuevo de compositores reconocidos como Scarlatti o Bach.
KaJeng Wong: Siento que tengo el honor de compartir los secretos más íntimos del compositor a través de la música.