Nuestro compromiso con el impulso al talento se materializa con iniciativas como las Becas Ralbar de la Universidad de León, programa que consiste en la realización de prácticas extracurriculares estivales en municipios rurales de la provincia para la ejecución de proyectos de dinamización territorial. Estas becas tienen el objetivo de fomentar que los jóvenes universitarios reflexionen y se impliquen en la búsqueda de soluciones para un desarrollo sostenible en entornos rurales y lleven cabo en estos lugares, sus proyectos laborales y vitales, contribuyendo desde su formación a la consecución de las metas de la Agenda 2030.
Para esta segunda edición se han seleccionado 12 trabajos que han supuesto la realización de 150 actividades en las que han participado más de 1.500 personas. Los proyectos han abordado distintos ámbitos de actuación, desde temáticas sociales, con propuestas enfocadas en el envejecimiento activo, la promoción de la infancia y el ocio y la actividad física y el deporte; trabajos enfocados en la recuperación y conservación del patrimonio histórico y artístico (con propuestas concretas en la zona de Palacios de la Valduerna; las iglesias de Valdevimbre; La Seca de Alba e Igüeña) así como la puesta en valor de los recursos naturales, con propuestas concretas como un estudio etnobotánico; jornadas de concienciación medioambiental y divulgación de la apicultura, el biocontrol de plagas en cultivos ecológicos , la digitalización de los regadíos tradicionales o la elaboración de un calendario floral de interés apícola.
El programa Ralbar no solo ha contribuido al impulso de la formación profesional de los becados, sino también a su desarrollo personal mediante la adquisición de competencias como la comunicación, la adaptación, el compromiso y la perseverancia.
Daniel Escapa, graduado en Ciencias Ambientales, ha elaborado un estudio etnobotánico de las plantas silvestres del Valle de Sabero, que ha generado mucho interés entre la población y que servirá como reclamo turístico. “Ha resultado muy reconfortante ver como tu trabajo tiene una repercusión en la zona y si esa zona es en la que te has criado y es la gente que conoces, el valor es incalculable” ha explicado Daniel.
Andrea Díez, graduada en Educación Infantil, ha realizado un proyecto junto a la junta vecinal de Valderrueda para transformar y promocionar la infancia en el mundo rural. Andrea define su participación en este programa como “una de las mejores y más recomendables experiencias de mi vida, tanto en el plano académico y profesional como en el plano personal y social”.
Valeria Rodríguez, estudiante de doble grado en Historia e Historia del Arte, otra de las estudiantes seleccionadas, ha destacado “ha sido mi primera experiencia laboral, en un entorno conocido y con un tema muy sentimental tanto para mí como para mi familia y mi pueblo.” Su propuesta, consistente en la realización de actividades destinadas a promover el patrimonio industrial minero del término municipal de Igüeña, ha captado el interés del Ayuntamiento de la localidad, quién creará una exposición itinerante en fechas señaladas y la permanencia de esta en el salón de actos.
Desde la Fundación, estamos muy contentos de comprobar como los estudiantes que han formado parte del programa coinciden en el sentimiento de satisfacción de ver como sus proyectos tienen un impacto positivo en el territorio y en la gente con la que han crecido. ¡Enhorabuena a todos los participantes!