El Círculo de Bellas Artes y la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con la Fundación Banco Sabadell, han organizado los “Diálogos sobre ética, política y virtud pública”, un proyecto que agrupa conversaciones entre investigadores universitarios y personalidades destacadas del mundo cultural, político y social, con el objetivo de ejercer, a través de la palabra y el intercambio de ideas, un diagnóstico crítico, transdisciplinar y heurístico de la idea de ética y virtud pública.
“Ahora que la palabra parece que no ocupa espacios, que es una pérdida de tiempo, que hay mucho que hacer, resulta que nosotros vamos a entretenernos con palabras”. Con esta reflexión del político y catedrático Ángel Gabilondo, empezaba su conversación con la doctora Irene Martín. A través del diálogo, ambos analizaron los aspectos comunes entre las universidades y las administraciones políticas. “La universidad tiene una dimensión política enorme, y no hablo de partidos, si no de búsqueda de horizontes”, añadía Gabilondo.
Meritxell Batet, actual presidenta del Congreso de los Diputados, iniciaba su diálogo junto a la filóloga y profesora Amaya Mendikoetxea compartiendo su punto de vista sobre la relación entre las administraciones y la innovación. “Nos parece casi un oxímoron, cuando es todo lo contrario” explicaba Batet. Ambas abordaron cuestiones como el factor de la presencialidad como un medio humano necesario para alcanzar consensos “La presencialidad es absolutamente fundamental. ¿Cuántas cosas se consiguen porque empatizas con otras personas?” comentaba Mendikoetxea.
La creciente digitalización nos ha llevado a percibir que, para las administraciones, la innovación es exclusiva de los procesos tecnológicos, pero existen más maneras de innovar que permiten transformar y mejorar el mundo en el que vivimos. “Que salgan políticos y empiecen a decir en público lo mismo que dicen en privado es el imprescindible paso previo para una regeneración de la política”, reflexionaba la diputada Cayetana Álvarez de Toledo junto al catedrático Pablo de Lora.
La filósofa Victoria Camps y la doctora Carmen Rodríguez han sido las protagonistas del cuarto diálogo sobre ética, política y virtud pública. En esta conversación han profundizado en cómo la ética puede entenderse como un factor individual pero que, a la vez, tiene un fuerte componente público. “La ética regula la convivencia entre las personas”, comentaba Camps. En este sentido, se han tratado otros debates derivados de la ética, como la desconfianza de la sociedad hacia la política y las tendencias autoritarias en nuevos perfiles políticos. “Existe un nuevo tipo de político que está traspasando líneas éticas. Están construyendo un nuevo nosotros que excluye, que pide respeto pero que no tiene respeto hacia los demás” reflexionaba la doctora Rodríguez. “Si no hubiera falta de humanidad, no tendríamos que hablar de ética por qué no haría falta, por intuición, por sensibilidad…” concluía Camps.