El jurado de la decimoquinta edición del Premio Internacional Joan Guinjoan para jóvenes compositores que otorga la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC) ha decidido entregar el premio al compositor cordobés, Antonio Moral, con la obra ‘Aljibe de Absoluta Complacencia’ seleccionada entre 145 piezas con participantes de hasta 37 nacionalidades diferentes.
Descubre más sobre el ganador y su obra…
¿En qué te has inspirado para escribir la obra ganadora?
Aljibe de Absoluta Complacencia forma parte de un ciclo de obras que llevo desarrollando en torno a la pintura. El artista plástico Ismael Moral Jurado y yo, trabajamos juntos, en el acercamiento entre las Artes Plásticas y la Música. Mi interés, está en la ‘esencia del proceso creador de la obra plástica’. Elementos como la energía, el impulso, y su relación directa con el color y la estructura, es lo que me sirve como base para obtener el material primigenio. Y todo esto colocado en un marco temporal, es lo que intento articular de manera estructurada.
¿Qué significa ganar el Premio Joan Guinjoan?
Ganar el Premio Joan Guinjoan además de un honor, supone un empujón importante en mi carrera, en un salto a escena, y gracias al mismo, conseguir hacer conocer mi música, y darle un respaldo a la misma.
“Creo que la Música Contemporánea sigue siendo una gran desconocida”
¿Cómo definirías el sonido que compones, tu firma personal sonora?
En el sonido que busco para mí música, me importa mucho el color. Éste a veces define otros parámetros como la armonía y la textura, el uso de técnicas instrumentales extendidas, etc. Por ejemplo, la combinación de espacios armónicos acotados hace que los parámetros de instrumentación y de armonía se identifiquen. Por otro lado, también me importa mucho el discurso, intento conseguir una línea estructural clara.
Des de tu punto de vista, ¿en qué situación está la música contemporánea actual?
Creo que la Música Contemporánea sigue siendo una gran desconocida, y lo que es peor, incluso dentro del gremio. Para mí, es muy sorprendente que instrumentistas, cantantes y directores de orquesta aun les venga de lejos éste asunto. Pienso, que el problema radica en que a veces es difícil hacer llegar esta música a las aulas de los conservatorios por inconvenientes en la cesión de derechos y adquisición de materiales, etc. Pocos son, los centros educativos en los que sus orquestas programan música actual, y tal vez esto entorpezca mucho su descubrimiento. O casos, como en los que la asignatura de “Taller de la Música Contemporánea” sea optativa. No se si esta situación se da en todo el panorama nacional, pero al menos de donde yo vengo, encuentro esta deficiencia. Creo que para que la Música Contemporánea llegue al público, primero tendrá que gozar de buena salud en los ámbitos de formación musical.